Han sido unos días en los cuales había una canción que acompaña. 

He intentado hablar, pero no hay tiempo. Poco a poco el olvido del presente viene.

En la AAAM había un curso de iniciación, menos mal que había un compañero que preguntaba mientras aclaraba la lectura de quien impartía la clase. Fui con 36n. Volvimos a destiempos [no hay cristales rotos por lo menos] y sirvió a modo de despertador [aunque con unas horas adelantadas].  

Por la mañana competición y por la noche ver puntos en el cielo [menos mal que lo de las estrellas se cambió de día]. Salir a las 07.53 y volver a las 18.06 es entretenido [y si duermes un poco lo justo, la capacidad de tonterías aumenta ¡Comprobado! -tengo título de payaso-].

Con la tontería de si el furgoneta nos iba a dejar en camino terminamos yendo primero a tomar una rubia, nos liamos y terminando comiendo `cerca de una montaña´ porque la presi conducía y no iba a estar en la ciudad con mallas... ¡Así que a un pueblo en el que no conocía a nadie! [¡Mujeres!].

En la competición conocí a una jugadora paralímpica. Terminábamos la partida lo ante posible para verla.