Con la vuelta de El Rey y La Bruja a mi tierra la mudanza a mi nuevo territorio fue rápida y con quejas porque el saber si ocupa lugar [en mi caso tres maletas].
El pueblo está bien para una visita de fin de semana, o como mucho una semana. Más de esos límites acaba con la buena voluntad.
She-Hulk está bien, con nervios por las preguntas de nuestros progenitores sobre la reforma y queriendo que se queden más tiempo.
Mientras yo ¡Quiero dar una maldita vuelta sin destino ni preguntas para pillar! Quiero alejarme con bolígrafo y papel, sentarme en un banco y dibujar sin que cuestionen por qué un delfín o una frase que no llegarán a ver.
Anhelo la tranquilidad de ¿ser?
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