Antes de volver a mi tierra hablé con J-D. Dimos cuenta que somos buenos amigos, que está bien [y es bueno la amistad].
En E.T. El Rey se desentiende de todo para luego hablar y no decir nada. En este viaje, por lo menos She-Hulk está más tranquila al igual que La Bruja. Es una putada porque la tranquilidad en la que andan es un autoengaño que se creen... con más encabezamiento según pasa el tiempo. No es grato saber que huyen de la realidad.
Hacía bastante tiempo que no pisaba la tierra en la que nací, el mismo tiempo que descuide las relaciones que tenía. Empecé haciendo las paces con Yogi [sí, curiosa elección, pero por lo menos ambo nos conocemos- bastante para mal-]... y cuidando la conversación porque no fue más que una ¿tregua? Unas partidas de billar mezclada de palabras contadas.
Aunque el siguiente nombre en la lista era BeatriCe, Scooby- Doo fue más audaz y se coló...con JFSalamanca. Hablando de líos de falda y pantalón [por si no lo habías notado somos un pelín `liberales ´]; de películas y recuerdos. Nos reunimos con otros conocidos. El encuentro terminó en negociaciones de mi matrimonio con un cocinero-militar [solo falta convencerlo... no sé qué falla - incluso le dije que mantenía sus desfogues- ]. Escuchar, reír. Negar. No está bien, pero recordé que los títeres no entienden- sí ese significado-.
Y huí encontrarme con BeatriCe. No quiero responder. Primero quiero hablar con Virgilio porque las ideas me están abandonando.
Así que rogué para que la creatividad no me dejará, respondió El Políti(e)co(no), sin él saberlo, con un consejo con Dickens en el camino [y me avalance a seguirlo]. En su momento intenté seguir el ejemplo de M.Eden. Cogí cariño a aprehender y leer, ha cambiado la finalidad- creo que ¿dolió?, espero no olvidar la lección-.
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