miércoles

Con Leona [la logopeda tiene familia allí] y Danone ha estado bien el rato. Le gusta el cine. Mola. Me gusta.  Distrae, ¿o me distraigo?  Me dejan 'jugar' un poco.

En Slalom y equipo de BSR los entrenamientos no son, directamente, entrenamientos. Cada jugador hace lo que quiere sin ver el equipo.

Me estoy planteando cambiar de piso, Divorcio y n36 hacen pasar mal rato.
La Universidad dejó de ser refugio caliente, ahora es más una guarida fría.



jueves

Llovió en Barcelona, también. 
Tuvieron que repetir las pruebas que estaban haciendo [no daban cosquillas precisamente, por poco termino siendo Pikachu con tanto calambre], por no tener bien regulada la máquina; descubrí que se puede dibujar mal un reloj, y no tiene que ver mi don para las artes plásticas. 

Sorpresa: ¡Volvieron a intentar convertirme en colador! Parecen vampiros con la obsesión que tienen por la sangre. 

Yendo para allá una vieja nerviosa [no tendrá más de cincuenta y tantos, pero no veo otras palabras] me montó un follón en el vagón por tener `parálisis´ terminando su discurso con un "¿Por qué te ponen ahí?", no es agradable que sentencien. Recuerda las limitaciones que llegaron antes de tiempo. Me bloquee y una mujer se ofreció a cambiarle el sitio, lo rechazó. 

A la vuelta tuve suerte, ya el viaje lo había hecho en otras ocasiones con algunos pasajeros. 

Vi  a Tercero. Cenamos en un mexicano. Le dije que la idea del exoesqueleto que habíamos hablado ya la van viendo con buenos ojos Los Reales. 


domingo

La logopeda me mandó unas fichas para rellenar, sí, estoy haciendo trampa mientras intento no hacerla. Dijo que le ayudaría a sacar temas con los que trabajar. 

En apenas 20 horas estaré haciendo turismo por BCN. La maleta ya está preparada. 

Ayer llovió mientras estaba llegando al piso, quiero que vuelva a llover. 


viernes

Señora citó en el departamento, un rato de fotos. Generala, también, fue; si se comunicara, le hubiera dado lo de por su día.
Como había aprovechado que me citara para quedar con Medusa, al esperar vi a El Crío: ¡Dio el mimo!
Señora me acercó al pabellón de BSR, J-D me ha dejado una maleta. En unos días voy a BCN, regresaré no sé si con andador o siendo equilibrista, y con molestia porque Los Reales no entienden- o ni quieren-.

Admito que me distrae, y sabiendo esto pregunto ¿La logopeda está funcionando? Frustra la incapacidad por hablar. Quizás es algo bueno que no parle, ya que no me gusta el sonido de mi voz.

Una mujer casi me tira por la calle después unos metros me he acojonado porque me he dado cuenta que no tenía miedo de imitar al Papa [besar el suelo], que me daba igual estallarme las narices [aunque duele], o que hubiera tenido que esperar a que alguien me ayudara [o llamar]. Me da igual, total tarde o temprano, reí al recordar de dónde es la canción. Es lo mejor que podía ocurrir y por eso ha pasado; porque todo está jodidamente bien - alusión El Cándido-.


martes

Nos hemos [Los Padres del equipo de BSR y yo] apuntado a un curso para sacarnos la acreditación de auxiliar de juez de mesa. 

Es entretenido.

Me han dicho que he mejorado al redactar crónicas de los partidos. 

En logopedia vamos [voy con Danone] en dúo a la sesión, por lo menos no nos ha hecho hiperventilar. 


sábado

Preguntó y mentí. O, directamente, no respondí. 

Dejé de prestar atención. 

He saludado sin saber a quien. 

He huido de la lluvia. 

Dirigí un entrenamiento de Slalom, dejé de escuchar lo que el jugador decía sobre cómo se sentía. 

"He estado mejor" ¡Diablos! He estado mucho peor, ¿qué diferencia hay ahora? No voy a condenar por mi responsabilidad. 

La logopeda de evaluación preguntó si quería que trabajemos, también, la movilidad de las manos para escribir, escuchó si merecía el tiempo. 

No  hay anécdota, chiste o cualquier cosa sobre lo que teclear.




viernes

Hice una declaración ¿O fue aclaración?

Dirigí el entrenamiento de Slalom.

Realicé las fotos de un partido BSR.

Nada sobre lo que escribir.

sábado

Hablar no me fue mejor. No lo consigo

Hablé con El Crío creyendo que estaba mejor para mantener una conversación. Más o menos mantuve [¿Retener? ¿Trasladar?] en línea el dolor. Y como siempre se removió en contra, por no querer reconocerlo. Unas palabras con las que no me preparé [no pude ¿Protegerme?].  

Una conversación para pedir disculpas por un comportamiento no óptimo, una explicación que antes pidió y no podía, ni pude, dar sin caer. 

Caída libre sin más. Hace algún tiempo que Dima respondió. 

Destrozó sin saber que podía, sin querer y sin más. El Crío, quizá, solo quiso ayudar y en el proceso empecé a despellejarme. No veo nada debajo, no distingo.

Intenté hablar con J6 [la Jefa de BSR, lleva ese número]. No llegué a formular una frase completa cuando recurrí a limitar el dolor. Lo único que tiene poder es en el equipo, si algo va mal lo solucionaría.
Ameli- está bien, en La Galia, ha querido preguntar por qué ahora. No le puedo decir que no sé si está bien [ifI worth].

Señora tiene razón. En este tema no hay excepciones, tarde o temprano sin ellas. 

miércoles

El suelo me recordó que es mi relación más larga, y duradera. Sobretodo dura. La espalda está quemando desde el abrazo improvisado al piso. 
Arrastrarme hasta la puerta, Divorcio, en las escaleras, me ha tenido que levantar y ayudarme a subir los dos escalones porque no furula mi cuerpo. 

Tenía cinta con el rehabilitador. Tratamiento: andador, o condicionar a alguien para que camine conmigo, o me acompañe cada vez que salga; y unas sesiones de logopedia. 
No está siendo un día agradable.

n36 no tiene buen ojo para los líos de cama. 

Señora se va a Alicante, ¿o se ha ido ya? 


viernes

Deje de comunicarme porque cansaba hacerme entender y que me entendieran. La paciencia de quien me oye se desgasta y es incómodo. Traba más, molesta. Momentos en los que no soy capaz de construir una frase, frustra la inutilidad. Otros en los que mantener una conversación no tiene taras.  Aunque tuvieron mi interés por participar. Tener miedo por el momento que vendrá. Enmudecí.
No hablé antes claro porque no sabía. Ahora no confío en que pueda hacerlo.

El tiempo se escurre entre intentos de expresar. Di cuenta que no importaba, y desprecié la tinta.

Escribir fue tortura, dolía. Tanto si escribo como si no escribo da igual. Las palabras se volvieron enemigas de las que esconderse. Palabras que fueron amantes seguras a las que ir.

Peleé hasta volver a sangrar. La mente me encierra preguntando si ya sé lo que hay detrás de la meta. Lo sabía desde hace tiempo.

¿Caí en la trampa? No lo sé, pero poco a rápido me dejé llevar. Guardé mi pluma, casi no la encuentro. Se siente tan rara, tan extraña entre mis dedos cuando trazo líneas y tachones.