lunes

No hay reuniones a las que ir, no hay entrenamientos ni rhb. Hay un trabajo que hacer, pero no encuentro el momento de partida. 
Volvemos otra vez cuando son más los días en los que el piso me atrapa, en los que la cama está abrazándome y me da igual que la espalda grite que no o que los músculos se traben más. 
Cuesta dejar la cama, preparar la ropa y salir. Los primeros pasos los más dudosos ¿A dónde ir? ¿Para qué? ¿Merece la pena? ¿Por qué? ¿Importa?


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