Volver al fondo del armario y sacar ropa que no son más que disfraces. Volver frente al espejo para corregir formas. Poner unos libros antes que otros. Esconder mi camisa favorita. Guardar las libretas que me han salvado. Repasar las respuestas que quieren escuchar.
Para que no haya errores.
El Rey y La Bruja vuelven para trastocar, imponerse. La emoción del encuentro no dura mucho por preguntas y exigencias que acribillan.
Vuelven y no hay escapatoria.
Faltas pocas horas. No comprendo al hombre de hojalata.
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