lunes

Pueblo + alcohol = rutina; no bien

Quería haber pasado más tiempo en el refugio, pero este año no había excusas que ayudaran. Así que la visita fue corta y apresurada. El tiempo justo para hacer de las mías. 

El Rey quería haberse ido al pueblo desde que volvimos de los médicos. Al final nos llevó él, por problemas de organización, coches e impaciencia.

Los problemas con WyW siguen arrastrando [no va a parar].

Al llegar al pueblo en casa de C.Cano, había problemas con Mera y Compinche. [En la comida familiar, me toco al lado de una prima en estado de buena esperanza: no paré de comer ni beber vino ¡Me daba por sonreír! Ahora ya me he acostumbrado- algo- a verla] Como llegamos a la hora de la cena había que celebrarlo. Mera ha demostrado que tiene carácter y buen modo.

Si Compinche ha obrado mal antes su última idea es para varearlo por si da bellotas. C.Cano y La Bruja le han explicado que las visitas se mantienen y no se pasan a otros. A Compinche ya no le divierte tanto. Intentó implicarme, otra vez, en una salida: no le había hablado, en voz -un poco- alta, más claro antes.

Tal y como hemos empezado: Creo que no tengo resaca porque no he dejado de beber. Y aún así ha llegado el punto en el cual al beber pongo la copa en los labios y simulo, porque aprecio mi hígado y riñones; el corazón y pulmones van a dar problemas así que no les voy a cargar con más daños; la piel ya de por sí la tengo de aquella manera; ¡Me gusta comer! El estómago no me gustaría que se jodiera; y respecto al cerebro ¡Para algo que va medianamente bien no lo vamos trastocar!   


C.Cano está manteniendo el tipo [hay veces que se pone un poco nervioso] de manera sorprendente. 

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