De cabeza. Así fue. Me fui de cabeza hacía el suelo. Viriasis. Tener un virus que no saben qué solo que hay uno. Mientras hacen colador. Menos mal que se avisó a quien pinchaba el problema de vías y que al final los especialistas eran llamados.
lunes
'¿Qué cosas te hacen difícil ser feliz?'
No fue la pregunta más extraña que me han hecho. Es de las más rápidas que he respondido.
El miedo.
Respondí sin evadir. Sé, perfectamente, que mi respuesta es la más común y que no hay posibilidad de divulgación entre conocidos.
Unos amigos de La Realeza dicen que admiran mi fortaleza. Hice una broma y dijeron que ese es un claro ejemplo. Cuando la gente ve lo que quiere ver, es mucho más fácil. Simplemente, dejas de ser. Sin darte cuenta.
Mi pregunta es: '¿Por qué necesitan ver que sea así?'.
No sé que responderle a '¿Qué cosas te hacen fácil ser feliz?'.
sábado
Ojalá la hubiese olvidado
Recordaba sus ojos, después sus labios. Luego, recordé que no soy Dante aunque ella sí sea H16. La esperanza ya la abandoné cuando me sonrió.
Coincidimos en las idas y venidas. Poco más de dos minutos. Por eso mismo no le diré que solo la recordaba a ella, sus brillantes ojos, su sonrisa, su voz o su piel cálida.
Sonreiré devuelta al cruzarnos mientras deseo olvidarla.
Me hubiera confesado, ya lo hice antes sabiendo que el camino era bloqueado.
No lo haré con ella. ¿Para qué serviría además de crear incomodidad? Toca hacer el camino en solitario. Queriendo que el tiempo, esta vez, será un aliado veloz.
domingo
No te recuerdo, estoy bien
He estado unos días en el hospital, olvidé 'todo'. Pasé las navidades con un amigo Militar allí, decimos lo mismo: Estamos por las enfermeras no porque me hayan ingresado ni porque él esté aburrido en su casa.
Militar sustituía a la familia, me agobiaba mucho con preguntas que no podía responder de las cuales, muchas, todavía no sé responder y al darme de comer... no bien.
Sigo sin recordar palabras, cómo hacer algunas actividades e incluso que existen personas. Las nombran y me suenan; sin embargo, toca volver a conocerlas. Me hace gracia y me saca de las casillas, partes iguales.
He perdido más movilidad, también. Lo tomó a ver qué se me ocurre. Me han dicho que el humor no me ha abandonado del todo. Aunque no pueden hacer bromas conmigo porque las tomo literal.
No tengo pena por olvidar. Era frustrante por no poder comunicarme.
Estoy bien. Si lees esto, y quieres que te recuerde: háblame. De lo contrario tomará más tiempo, si lo toma. Y literalmente: no nos habremos conocidos.
viernes
Para qué tengo llaves
No puedo salir ni entrar en la que se supone mi casa a menos que sea con ayuda.
Ya ni siquiera soy capaz de bajar las escalaras sin que me tiemblen las piernas o se traben entre los peldaños.
Tengo que depender de otros.
No me gusta salir del piso aunque éste me esté quebrando.
Al final, nueva adquisición. Silla salva escaleras. Lo gracioso es que tampoco me da lo que hace tiempo que me fue arrebatado.
A unas horas de soplar otra vela más. Me estoy quedando sin argumentos.
miércoles
Reír hasta quedarte sin aire
Reír a carcajadas. Sin parar. Hasta que duela y no haya aire en los pulmones.
Dicen Los Reales que no tengo sentido del humor porque no me rio.
Hace más de una década me daban ataques de risa en los que era fácil que terminará llorando y/o atragantándome. Poco a poco empecé a controlar la risa. Sobre todo en el verano del 14 que dejé de ser alguien capaz a la inutilidad personificada. Y en cuanto se vislumbraba el inicio de una risa ¡SHH! Seriedad total.
Me hacen gracia las cosas y solo soy capaz de sonreír. Echo de menos las carcajadas sin preocupaciones.
Hace unos días, estaba en el piso de La Princesa con una amiga suya. Comenté un hecho inusual botánico que me hizo gracia. Fue sorprendente, pude reír hasta llorar, sin carcajadas ni dolor porque no hay aire. Aun así me permití reír conscientemente, para asombro de la visita y malestar de She-Hulk.
No llegué a quedarme sin aire ni a doler, sí llegué a lagrimear un poco y tener esa sensación de capacidad.
Echo de menos reír hasta quedarme sin aire ni preocupación.
martes
Tuve que volver a los especialistas. Equipo nuevo... mismas pruebas ¿No hablan entre ellos? Elegí ir sin Reales, ellos se impusieron y vinieron. Así que, cerrar la puerta fue una buena respuesta.
Cansó el viaje express mal planeado. Para sorpresa hay otro, intentaron [sí, palabra clave] que hablará al cambiar de aires.
Me he cansado de tener que decir que quiero autonomía mientras la tenga. Ya queda muy poca arena en el reloj. Se quejan porque no me gusta ni quiero que me ayuden más de lo necesario. ¿Tan difícil es entender que me hacen inútil, impotente, cada vez?
Lo comuniqué. Se rieron. Lo volví a comentar. Se rieron de nuevo. Hablo-Ríen. Hablo-Ríen. Así durante estos últimos años. Hace unos días, comenté con unos amigos suyos, también PMR, se sorprendieron al oír las quejas y se rieron porque lo estaba diciendo en serio.
La solución es fácil con ellos: negar la acción ni entender la alusión.
lunes
domingo
No cuidarse es egoísta. Quien no lo hace ' palos con gusto no duelen', el problema está que estos no lo han pedido las personas que rodean la cretinez andante.
No se salva quien no quiere ser salvado. n18. Me niego a dar mi tiempo a fondo perdido.
¿Qué pasa con los que va a dejar atrás? ¿Han de sufrir en demostración de preocupación? ¿Qué pasa cuando el malestar pasa fronteras y también enferman?
lunes
Guardia de confesiones
Sí comentamos anécdotas o chistes.
Deje de entrar en conversaciones vacías que solo son soliloquios de fantasmas.
Cuando empieza el monólogo que se tiene preparado por las frustraciones de querer aprobación, recuerdo que en el teatro los espectadores no tienen líneas y por lo general no se espera su participación en la obra. De esta manera, soy guardia de las confesiones sin más.
Deje de preguntar fuera de lo convencional, sabiendo que la reunión se desarrolla queriendo dirigir las palabras a alguien sordo, o simplemente valía con pronunciarlas. Quieren desahogo y confirmación, me niego a dar esto último y tampoco preguntan por motivo. En cambio, vuelven a narrar la trama, ésta vez, confusa por la desesperación de darles favor ahora, ya que indudablemente no he entendido bien su verdad.
Soy guardia de confesiones que no pedí, y realmente me dan igual.