domingo

No te recuerdo, estoy bien

 He estado unos días en el hospital, olvidé 'todo'. Pasé las navidades con un amigo Militar allí, decimos lo mismo: Estamos por las enfermeras no porque me hayan ingresado ni porque él esté aburrido en su casa. 

Militar sustituía a la familia, me agobiaba mucho con preguntas que no podía responder de las cuales, muchas, todavía no sé responder y al darme de comer... no bien. 

Sigo sin recordar palabras, cómo hacer algunas actividades e incluso que existen personas. Las nombran y me suenan; sin embargo, toca volver a conocerlas. Me hace gracia y me saca de las casillas, partes iguales.

He perdido más movilidad, también. Lo tomó a ver qué se me ocurre. Me han dicho que el humor no me ha abandonado del todo. Aunque no pueden hacer bromas conmigo porque las tomo literal. 

No tengo pena por olvidar.  Era frustrante por no poder comunicarme. 

Estoy bien. Si lees esto, y quieres que te recuerde: háblame. De lo contrario tomará más tiempo, si lo toma. Y literalmente: no nos habremos conocidos. 

viernes

Para qué tengo llaves

No puedo salir ni entrar en la que se supone mi casa a menos que sea con ayuda. 

Ya ni siquiera soy capaz de bajar las escalaras sin que me tiemblen las piernas o se traben entre los peldaños. 

Tengo que depender de otros. 

No me gusta salir del piso aunque éste me esté quebrando. 

Al final, nueva adquisición. Silla salva escaleras. Lo gracioso es que tampoco me da lo que hace tiempo que me fue arrebatado. 

A unas horas de soplar otra vela más. Me estoy quedando sin argumentos.  

miércoles

Reír hasta quedarte sin aire

Reír a carcajadas. Sin parar. Hasta que duela y no haya aire en los pulmones. 

Dicen Los Reales que no tengo sentido del humor porque no me rio. 

Hace más de una década me daban ataques de risa en los que era fácil que terminará llorando y/o  atragantándome. Poco a poco empecé a controlar la risa. Sobre todo en el verano del 14 que dejé de ser alguien capaz a la inutilidad personificada. Y en cuanto se vislumbraba el inicio de una risa ¡SHH! Seriedad total. 

Me hacen gracia las cosas y solo soy capaz de sonreír. Echo de menos las carcajadas sin preocupaciones. 

Hace unos días, estaba en el piso de La Princesa con una amiga suya. Comenté un hecho inusual botánico que me hizo gracia. Fue sorprendente, pude reír hasta llorar, sin carcajadas ni dolor porque no hay aire. Aun así me permití reír conscientemente, para asombro de la visita y malestar de She-Hulk. 

No llegué a quedarme sin aire ni a doler, sí llegué a lagrimear un poco y tener esa sensación de capacidad. 

Echo de menos reír hasta quedarme sin aire ni preocupación. 

martes

 Tuve que volver a los especialistas. Equipo nuevo... mismas pruebas ¿No hablan entre ellos? Elegí ir sin Reales, ellos se impusieron y vinieron. Así que, cerrar la puerta fue una buena respuesta. 

Cansó el viaje express mal planeado. Para sorpresa hay otro, intentaron [sí, palabra clave] que hablará al cambiar de aires. 

Me he cansado de tener que decir que quiero autonomía mientras la tenga. Ya queda muy poca arena en el reloj. Se quejan porque no me gusta ni quiero que me ayuden más de lo necesario. ¿Tan difícil es entender que me hacen inútil, impotente, cada vez?

Lo comuniqué. Se rieron. Lo volví a comentar. Se rieron de nuevo. Hablo-Ríen. Hablo-Ríen. Así durante estos últimos años. Hace unos días, comenté con unos amigos suyos, también  PMR, se sorprendieron al oír las quejas y se rieron porque lo estaba diciendo en serio. 

 La solución es fácil con ellos: negar la acción ni entender la alusión. 


lunes

El problema de conocer a quien te rodea es que sabes cuando mienten. Preguntas dando salidas: no las toman. 
No confiar en conversaciones serias con cualquiera de ellos. 

Fui al cardiólogo. Vieron un arritmia y una parte del corazón un pelín más grande, de ahí que esté teniendo la presión alta últimamente. Por lo que llegué a entender. Me hicieron un análisis para mayor seguridad. No hay noticias, buenas noticias.

Al principio no iba comentar a Los Reales, pues sería una preocupación innecesaria que solo terminaría agobiandome y decidiendo por mí: ¿Qué hay que hacer?

Ya que me estoy quedando en el piso de La Princesa, está más adaptado y me gusta la autonomía, se lo comenté... Y ésta a los otros Reales. 

Sí, sigo haciendo de Cándido en las reuniones con ellos. Hace unos meses tuve que tomar la decisión de dar oportunidad o no. La dí. Me he cansado de tener que protegerla para que no la descubran mientras me ha expuesto varias veces, en las cuales no recojo la alusión. 

Toca cerrar puertas. Y olvidar que existen.




domingo

No cuidarse es egoísta. Quien no lo hace ' palos con gusto no duelen', el problema está que estos no lo han pedido las personas que rodean la cretinez andante. 

No se salva quien no quiere ser salvado. n18.  Me niego a dar mi tiempo a fondo perdido. 

¿Qué pasa con los que va a dejar atrás? ¿Han de sufrir en demostración de preocupación? ¿Qué pasa cuando el malestar pasa fronteras y también enferman? 


lunes

Guardia de confesiones

Sí comentamos anécdotas o chistes. 

Deje de entrar en conversaciones vacías que solo son soliloquios de fantasmas.

Cuando empieza el monólogo que se tiene preparado por las frustraciones de querer aprobación, recuerdo que en el teatro los espectadores no tienen líneas y por lo general no se espera su participación en la obra. De esta manera, soy guardia de las confesiones sin más. 

Deje de preguntar fuera de lo convencional, sabiendo que la reunión se desarrolla queriendo dirigir las palabras a alguien sordo, o simplemente valía con pronunciarlas. Quieren desahogo y confirmación, me niego a dar esto último y tampoco preguntan por motivo. En cambio, vuelven a narrar la trama, ésta vez, confusa por la desesperación de darles favor ahora, ya que indudablemente no he entendido bien su verdad.

Soy guardia de confesiones que no pedí, y realmente me dan igual. 

miércoles

Fotografías no reveladas

Más de dos años desde que hice fotografías. Las ocasiones se trucaban. Casi lo hace otra vez. Éste fin de semana un compañero quiso quedar sin gastar, así que propuse pasar una mañana con las cámaras. 

Él pasó todo el tiempo pendiente de que no cayera- ¡Viva la accesibilidad en los sitios públicos!- por lo que llevó la cámara a modo de collar. 

En cambio, yo ya no puedo levantar el dispositivo para ver que captura. Opté por hacer fotografiar calculando la perspectiva y/o preguntando para que me levantara las manos hasta que me cansé de no tener la espontaneidad. 

Hoy en una consulta con la enfermera me preguntó ¿Qué hobbies tienes? No había dado cuentas de las cosas que me gustan hacer y ya no tengo capacidad física. Preguntó, también, por si me había rendido o me he rendido. Si tengo miedo por el futuro. Si quiero continuar - no con la consulta, le recordé que soy provida-. Si me he preguntado por qué. 

Por lo que sé me complico la vida, tengo momentos - días - malos como todos. Tengo más curiosidad por lo que no sé que hastío por lo que sí sé. Ha habido, hay y habrá tentación de rendición es la vía más fácil. Por la experiencia, me gustan los problemas.

Llegué a tener impotencia, lo confundí con miedo. No tengo miedo. Tengo impotencia porque no puedo hacer fotografías sorpresas, pescar ni levantar la botella de 5 L. de agua para dejarla en la mesa...

Soy provida.

No, no me he preguntado por qué, sí me he preguntado ahora qué- cómo hago & dado gracias porque tengo alguna respuesta. 


sábado

'¿Es bonito enamorarse?'

Dando una vuelta con un compañero con Asperger en medio de su monólogo sobre el Real Madrid, me sorprendió por la pregunta '¿Es bonito enamorarse?'. No dió tiempo a contestar. Se disculpó y siguió con el soliloquio que avanzó con el partido Chelsea - RM .


jueves

 Agotamiento por preguntas repetitivas sobre un camino que no quise. Cuando lo terminé no deberé más, me elegiré. No me gusta dar explicaciones, si entonces me las piden: no nos debemos, mucho menos voy a justificar ni pedir permiso- responderé. 

Me elijo.