Después de, otra, tutoria fantasma debido a que la comunicación ¿era entre turbulencias? [es irónico de cojones el tema de la comunicación. Por lo menos fue con un guia diferente] la burocracia fue rápida. La reunión quedó para otro día acompañada de cacao y leche.
Dio tiempo de hacer un par de tonterías. De verme en una, hubiera preferido taquicardia [sé cómo tratar con ella].
Los paseos ayudan a despejar las incógnitas. En este caso, las soluciones que llevaban tiempo descubiertas, solo se han reafirmado. Participar en ¿un experimento? sin saberlo, no es simpático.
Volver a tener alergia, real, así que dio una pista sobre la próxima visita a la farmacia.
Por lo menos Compinche se acordó que las migas están buenas, intentó que las hiciera su hijo. He puesto intento. Lo que se traduce como una recarga, casi, completa.
Tengo que hablar con J-D.
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