Poder escoger. Santa Libertad.
Quiero equivocarme porque decidí los errores que cometí, y seguir descuadrando pensamientos cuando me sale bien la jugada.
Sorprender. Razonar. Escuchar.
Con Los Reales no es una relación fácil.
Dejé de sentirme culpable por la posible decepción por no seguir instrucciones y apostar por mi integridad.
El Rey lo reprocha y es cuando sonrío al preguntar, de esa manera que detesta... porque sabemos que la respuesta delata la manipulación. Entonces, no contesta, ataca con enfado / se va -literalmente, de la habitación-.
El Rey se molesta cuando paro los avances por minar autoridad de La Bruja. Drenando su carácter. La Bruja ya tuvo que pasar por demasiadas humillaciones porque El Rey no tiene "dinero ni los huevos para las ocasiones" complejo que arrastra y sufrimos.
La Princesa explota: "¿Por qué estamos bien educados tenemos que aguantar que nos traten como lo hacen?" Calla, se encoge de hombros y empieza a dar vueltas para justificarse. Quitamos valor con alguna broma sobre Sangre o algún amigo de El Rey. No tarda en mosquearse. Reímos por su reacción.
En una ocasión se levanto energúmeno y cuando La Bruja le recordó con quien estaba hablando. Se quedo parado sin saber que decir ni hacer. La Princesa le replico "¡Defiéndenos como lo haces con ellos! Que somos tu familia y se supone que nos quieres." Se sentó noqueado. Mirando sin entender porque se ha reaccionado así ¿contra él?
El Rey no entiende la importancia de la libertad de expresión ni del libre albedrío. Haz lo que yo diga, no lo que haga... buena definición, con una vocal a cambiar: ni.