Me faltan respuestas. Las preguntas no cambian. Se suma una duda: '¿Por qué no quiere contestar?'.

Volver

 Volví a la Guarida, no se había movido. Algunos guías sí. 

Con el motivo de que JD se casa. Volví. Recordé algunas cosas, otras no las echo en falta. 

 No me gusta alzar el tono, no me gustan los gritos ni tener que responder a quien no corresponde. Ha tocado proyectar la voz porque están tomando mis decisiones a modo de comentario. 

Por suerte, tengo tres mosqueteros que mantienen la cordura. Alientan. Tres Mosqueteros que me guardan la espalda, y empujan a que tomé acción para celebrar las victorias y confiar que si fracaso: sea por mi elección. 

Niego dar explicaciones a quien no merece lealtad. Casi discuto. Me paré y fijé en quien estaba enfrente, en lugar de alzar la voz: susurré. Si quieren oírme ha de dar igual el volumen. No terminaba de contestar cuando ya estaban ¿Qué palabra usar a modo de contraargumento cuando no hay argumento y se centran en lo imbécil que soy por no estar de acuerdo?

Cada día que me levanto por mi, es una victoria que he ganado. Aunque sea una broma que no puedo compartir: sonrió porque lo he logrado.  

 Silla. Ya ha llegado el momento que ni arrastrando el pie consigo dar un paso en equilibrio. La evolución este año ha sido ¿Cansada? ¿Devastadora? ¿Esperada? ¿Asentimental?.. Creo que no existe la palabra. Simplemente, acepté que no valgo por mí. Que dependo de otros, esta vez, sin juegos y de manera más cruda: no soy suficiente para mi.

Ya no hay energía. Sí hay engaños. 

Tomar conciencia que el puente ya se ha cruzado, por más caminos perdidos y murallas que puse.

 

Han llorado. Preguntaron, más bien avasallaron, y respondí. Sin culpa. No les gusto, no se esperaban el resultado. Dijeron que era erróneo, lloraron y se fueron. Que estaba mal y cómo podía ser así. Si supieran que les di la respuesta más favorables para ellos. 

  

No tengo casa. Es de la princesa o la de la bruja. Tuvieron casi una década para mudar. No han querido. Me niego ha llamar morada a un lugar que no puedo entrar ni menos salir a conveniencia propia. 

En estos días le has costado mi estancia en un hotel. Y mi confirmación: cumplo con lo último que me comprometieron (a mi pesar & rogando por no tener que hacerlo). Cuando termine, buscaré mi guarida sin dirección fija para no darla. 

Las consecuencias que nos van a estallar son casi un suicidio. ¿Una pena ser provida? 

 Condicionar la vida. Exigen un derecho y deber que no tienen. Tomé voz, ¡hablé! Con los reales. Les dije que no quiero que me condicionen ni condicionar. Que soy capaz de estar. 

Me callaron. Dijeron que 'claro que vamos a condicionarte la vida y tu la nuestra'.  Me niego. Pregunté por qué no confían en mis posibilidades.  Porque saben mi situación.  

[Hace unos años, pasé de tener el mundo a mis pies porque podía con todo a que no me dejaran planear cualquier idea]. 

Terminamos de hablar. Ellos han creído que les doy la razón. En cambio, he confirmado que no hay relación, la culpa de existir no está más. 

Antes, había decido irme. Ahora: sé que huyo.  Crockie me cubre la espalda. 

Cuán egoístas han llegado ser. Culpa mía. Permití que decidieran a favor de ellos. Mis autolesiones se curaron mejor, el problema es la tentación de los caminos ya conocidos y lo fácil que resulta volver a transitarlos. 

Oídos sordos, sin miramientos ni arrepentimiento. Huir. Sin más detalles. Huir de ellos por mí, porque me elijo. No duele cerrarles la puerta. 

Olvidarles en el hospital me hizo bien. Un reinició de información. 

Hecha la trampa, hecha la ley. Por fin, Ameli- lo entendió. ¿Jugué sucio? No he forzado cruzarnos, y cuando lo hicimos teníamos compañía de comentaristas, así que no he tenido <velocidad> de preguntar. 

He dado facilidades, en consecuencia he hablado más con Drottning & Raaja. 

La respuesta 'el destino tiene otros planes' es una burla con la que contesto. 

 No fuimos de putas. Era eso o ir de cena. Dependía del número. Hasta las parejas estuvieron de acuerdo con ir. A los únicos que les alegro no haber ido fue a una compañera, una cría (veinte y poco), y a otro compañero que prefiere tirar pastillas de jabón. 

Cuando dijimos las opciones, los compañeros quisieron creer que era broma. Luego, recordaron quienes organizamos el cumpleaños. Las únicas condiciones: 

- según el número vamos de putas o no. 

- si vamos: todos cumplimos.

- que no fuera un antro dudoso (tanto sanitario como libre elección= no trata).

A la noche siguiente, vi a Osito & Granlla acordamos que para el próximo cumpleaños no invitamos a tantos. 

'Incapaz de reparar relaciones'

 Hace unos días mientras hablaba con Leona me reveló que soy incapaz de reparar relaciones. 

¿Cómo se puede reparar? La confianza fue destrozada. La duda no se va.  Aumenta la inseguridad de no ser suficiente. Decepción. Culpa.

¿Tener que seguir brindando con quién te ha vendido? No es agradable.