No está Compinche ni Willy, por lo que el ambiente en casa de C.Cano es más agradable [sin demasiadas tónicas ni malos humos].
C.Cano me ha cedido, más bien puesto, una habitación abajo. Tengo más privacidad, puedo seguir con mi rutina y esconderme en ella.
He conseguido convencer a Los Reales de encargarme del pan. Aunque a la vuelta es todavía complicado, a ver si hay un escalón sobrante en alguna parte.
Estamos en un pueblo algo oculto, por lo tanto la conexión a internet es por datos móviles. Que bonita factura.
La Princesa quizá venga. Hace tiempo que no hablamos, la última vez fue por su día y termino gritando.