Me prometí. Porque nos conocemos sé que no puede hacerme más daño del que ya ha hecho. Dijo lo que no debía decirme, nos condenó.

Así que, le dije que sí.

Puso la posibilidad hace algunos años y pocos meses.

La realidad nos estalló cuando dijo que me quiere, hice que no oí. Y colgó la llamada con un peso menos.

Poco después al volver a hablar se le notaban los nervios y  pregunté por la exposición que tenía después de haberle deseado buen día, seguimos hablando y quedando sin mencionar que nos habíamos destrozado.

Es irónico. Su día es el mismo que mi sentencia, y lo convirtió en un aniversario más cruel.

T-Godis, Godis=caramelo. Porque pese a su aspecto es la persona más dulce que he conocido, y lo más justo que ha hecho es decirme la verdad. Se preocupa por mí tanto que no le importa lo demás aunque le sea perjudicial. Es más irónico que siendo tan dulce, sin quererlo. hizo tanto daño.

Volvió a proponer una opción viable, somos prácticos. Hemos hablado de broma y en serio de los aspectos que llevaría aceptar la propuesta.

Es la solución práctica no hay peligro porque las emociones nublen el juicio. T-Godis dice que tiene esperanza por los dos, que yo pongo la razón.

T-Godis. Nos conocimos en la época de BeatriCe y Virgilio. Un poco antes, de hecho, la amistad empezó por la relación que tenía con su hermana.

Después de muchas bromas, directas e indirectas. Dice que hemos pasado la prueba de convivencia.

Dice que me quiere, que hará todo lo posible porque seamos felices que es fácil porque no queremos descendencia; o que si prefiero ir a la aventura dice que me acompañara aunque no sepa a dónde quiero ir para hacer mis pasos seguros.

Hace unas pocas horas dije sí. Somos fieles a nuestra palabra.

Nos conocemos para saber que las palabras son de honor. Dijo que no renunciaría a nosotros por tonterías. Me dijo que me quiere en su vida. Le he recordado cada vez que he tenido ocasión que no quiero imponer mis cargas a nadie, hace unas noches hablando otra vez de un mañana poco prometedor. Me respondió que sabía dónde, con quién y qué estaba preguntado. Así que, le dije ´sí, pon el día’.