sábado

Unos días de caminar para recordar las calles. Iba a pasar unos días en el piso de Tercero, pero como los médicos son tan oportunos, finalmente vino él [dijo que el sofá fue buena cama, o por lo menos cumplió la función]. 

Eugia ya está transladando sus cosas. No es alegre y sí lo es. 

Asusté a Tercero, también a algunos pasajeros del tren, porque casi me escurro por el hueco que hay para subir al vagón [los escalones y yo  tenemos una relación de cuentos de hadas,  vamos que es inexistente].




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