sábado

Unos días de caminar para recordar las calles. Iba a pasar unos días en el piso de Tercero, pero como los médicos son tan oportunos, finalmente vino él [dijo que el sofá fue buena cama, o por lo menos cumplió la función]. 

Eugia ya está transladando sus cosas. No es alegre y sí lo es. 

Asusté a Tercero, también a algunos pasajeros del tren, porque casi me escurro por el hueco que hay para subir al vagón [los escalones y yo  tenemos una relación de cuentos de hadas,  vamos que es inexistente].




jueves

Eugia se va del piso. Tiene una oferta de trabajo mejor en Valencia. Hay que encontrar a otra persona que ocupe su habitación.

Fui a comer a casa de Sangre al ser ellos mis padrinos. Voy a seguir el consejo de Eugia y poner un cartel en el piso para recordar que no he de ir por salud.

En unos meses, otra foto con mucha gente. Estoy resevando para una cena a parte, J.Walters en principio no iba a ir y me iba a dejar festejar. Se lo ha pensado mejor y va a ir... estoy avisado que `no estaré siendo´.




miércoles

Fui a Algeciras. Avise a los mínimos´ que tenía que informar. Otros se enteraron con sorpresa porqué lo había hecho [de ahí que no fueran de los pocos].

Era, simplemente, saber que Ameli- iba al paso " ¿Tienes prisa? Porque yo no, así que disfruta" . Y lo hice, aún más cuando volvimos con las ropas mojadas y haber parado el coche ya que no se veía nada fuera. 

Unos días en los que huí, y  me dejó interrumpir en su hogar. 


viernes

En unas horas huyo unos días a Algeciras con la excusa de ver a Ameli- [para comer crepes]. Ya  le he avisado que quiero mimos que no sean del suelo.

Un cambio de aires necesario, aunque no deja de ser una huída. 

domingo

No quiero recordar que hoy llovió y no pude jugar con ella ni salir a la calle para empaparme. Respirar. Notar el aire fresco en los pulmones hasta helar la médula ¡Sentir tranquilidad! 

Estos días intento callar las voces de fuera que siembran las dudas por los pasos que doy. 

¡Diócesis tengo más cicatrices por mi que externas!

Quisiera `gritar´, pero no sé el qué. Perdí significado. No recuerdo cuándo di, quedándome en  palabras confusas.
Recuerdo que llegué a la conclusión en que lo mejor para la mayoría era callar. Olvidé comunicar. Yo no entraba, ni entro, dentro de la mayoría. La culpa está en balanza lo que dirás. 

Sonreiré y te mentiré. Es el trato que hago, por tu bien, por el de nuestros compañeros y más fácil para mi.