Condicionar la vida. Exigen un derecho y deber que no tienen. Tomé voz, ¡hablé! Con los reales. Les dije que no quiero que me condicionen ni condicionar. Que soy capaz de estar.
Me callaron. Dijeron que 'claro que vamos a condicionarte la vida y tu la nuestra'. Me niego. Pregunté por qué no confían en mis posibilidades. Porque saben mi situación.
[Hace unos años, pasé de tener el mundo a mis pies porque podía con todo a que no me dejaran planear cualquier idea].
Terminamos de hablar. Ellos han creído que les doy la razón. En cambio, he confirmado que no hay relación, la culpa de existir no está más.
Antes, había decido irme. Ahora: sé que huyo. Crockie me cubre la espalda.
Cuán egoístas han llegado ser. Culpa mía. Permití que decidieran a favor de ellos. Mis autolesiones se curaron mejor, el problema es la tentación de los caminos ya conocidos y lo fácil que resulta volver a transitarlos.
Oídos sordos, sin miramientos ni arrepentimiento. Huir. Sin más detalles. Huir de ellos por mí, porque me elijo. No duele cerrarles la puerta.
Olvidarles en el hospital me hizo bien. Un reinició de información.