sábado

Ojalá la hubiese olvidado

Recordaba sus ojos, después sus labios. Luego, recordé que no soy Dante aunque ella sí sea H16. La esperanza ya la abandoné cuando me sonrió. 

Coincidimos en las idas y venidas. Poco más de dos minutos. Por eso mismo no le diré que solo la recordaba a ella, sus brillantes ojos, su sonrisa, su voz o su piel cálida.

Sonreiré devuelta al cruzarnos mientras deseo olvidarla. 

Me hubiera confesado, ya lo hice antes sabiendo que el camino era bloqueado. 

No lo haré con ella. ¿Para qué serviría además de crear incomodidad? Toca hacer el camino en solitario. Queriendo que el tiempo, esta vez, será un aliado veloz.